Con los ojos de Picasso (acerca del "Guernica" de Picasso)


A lo largo del desarrollo del presente trabajo, el objetivo que se perseguirá es tratar de situar el posicionamiento del sujeto frente a una pintura de Picasso, en este caso el Guernica, obra creada dentro del marco de la guerra civil española y por lo tanto portadora de gran significado social.
Sus autoras, Rocío Castellani, Verónica Sacristán y Mariel Terminiello, de la Universidad de La Plata, trabajaron desde una perspectiva vigotskiana tratando de responder interrogantes tales como ¿Qué es lo que hace una obra de arte?, y, fundamentalmente, ¿Qué es lo que la convierte en tal?


El “Guernica” fué pintado por Pablo Picasso en 1937. Su estilo artístico es el cubismo, la técnica pictórica es óleo sobre lienzo, y está localizado en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, España.

En 1936 estalla en España la guerra civil. Las tropas antirrepublicanas lideradas por el Gral. Franco, con el apoyo de Hitler y Mussolini, se revelaron contra el gobierno llevando al país a una sangrienta guerra que se prolonga hasta 1939, con el triunfo Falangista. En enero de 1937, el gobierno Republicano le encargo a Picasso una obra para representar a España en la exposición Internacional que ese año se realizaría en Paris.
El 26 de abril de 1937, una escuadrilla de bombarderos alemanes ataca la ciudad vasca de Guernica. Tres días después, Pablo Picasso comienza en Paris el mas estremecedor manifiesto político del siglo XX: “Guernica”, realizado en poco mas de un mes. Picasso decide que esta será la obra para el pabellón español de la Exposición Internacional de Paris. El mural se convirtió en el símbolo de la lucha contra el fascismo, en una imagen universal del horror.


Descripción de la obra
En esta obra aparece en la izquierda un toro con el cuerpo oscuro y la cabeza blanca. Bajo el toro se ve una mujer, cuyo dolor esta representado en sus ojos que tiene forma de lágrimas, al sostener en sus brazos a su hijo ya muerto. Esta mujer mira al cielo con el rostro desgarrado y gritando de dolor. En el suelo aparece un hombre descuartizado, que se convierte en el símbolo visual de la matanza .La mano abierta parece intentar alcanzar algo o simplemente evitar que se le vaya la vida. En el centro del cuadro la yegua es el símbolo del dolor máximo.
Desde la parte derecha entra una mujer con las nalgas al descubierto. Por la ventana entra una mujer de un modo surrealista, ilumina la estancia con una vela y avanza con la mirada perdida. Esta mujer se interpreta como una alegoría fantasmática de la Republica.
Totalmente a la derecha aparece una mujer que cae envuelta en llamas de un edificio que arde.
Finalmente si observamos hacia donde se dirigen las miradas de los personajes vemos que los que están ubicados desde la yegua hacia la derecha miran el lado izquierdo, incluida la yegua. Y los que se representan en la parte izquierda desde la yegua dirigen sus miradas hacia el cielo; si seguimos las trayectorias de las miradas estas nos llevan a un pájaro de color negro, que se puede interpretar como los aviones que bombardearon Guernica, todas las miradas buscan a ese pájaro para encontrar una explicación al horror que ha causado.


Introducción
La teoría socio-histórica tiene como una de sus ideas centrales, hacer referencia al carácter histórico y social de los procesos psicológicos superiores (PPS), insistiendo en el papel que los instrumentos de mediación protagonizan en su ejecución,y en la necesidad de un enfoque genético. Así, se propone analizar el desarrollo de los PPS a partir de la internalización de prácticas sociales específicas, caracterizando a los mismos como específicamente humanos, en tanto histórica y socialmente constituidos. Desde este punto de vista, el habla, el desarrollo de afectos, pertenecen a los PPS, como también la emoción, motor de toda la actividad psicológica del sujeto. Un tipo particular de emoción creada por la cultura es la que está relacionada con las obras de arte.

El arte trabaja con sentimiento humanos, y una obra de arte es la encarnación de dicho trabajo. Sensaciones, emociones y pasiones forman parte del contenido de una obra artística, pero son trasformadas por ella. La obra de arte provoca una metamorfosis de los sentimientos, que, de acuerdo a lo planteado por Vygotsky, radica en que trasciende los sentimientos individuales y los generaliza en un plano social. La actividad humana, ni se evapora, ni desaparece de su producto, sino que cambia, pasando de ser una forma de movimiento a una forma de ser o estado de existencia como objeto.
La obra de arte tiene como función la descarga en términos biológicos y también en términos culturales. En cuanto a la función social, va a haber una reorganización de los estados afectivos del sujeto, ya que la obra de arte ordena los afectos desordenados, como los ordenó otro, el artista, antes.

De acuerdo a lo que Vygotsky plantea, el contenido de una producción artística no es “el material”. Su contenido real es su contenido afectivo, de esta manera, el contenido que tenemos en mente no es simplemente “inyectado” desde afuera de la obra de arte, sino que es creado en ella por el artista, y lo que produce el efecto del arte y engendra su función especifica sería ese movimiento que Vygotsky llama “movimiento de sentimientos opuestos”, lo que sugiere que el contenido emocional afectivo de la obra evoluciona en dos direcciones opuestas, que pese a todo, luchan por confluir en un único punto supremo. En esa intersección, una fuga, unión o clausura de ambas, crea el efecto: la transformación y depuración de sentimientos.
Vygotsky, para dar nombre a ese movimiento, utiliza el término catarsis, cuyo significado es la resolución de cierto conflicto personal, la revelación de una verdad humana más elevada, más general, en los fenómenos de la existencia. La catarsis se conseguiría mediante el desacuerdo interno entre “forma y contenido”, logrando el artista, mediante la “forma”, aniquilar el contenido.
El único factor realmente decisivo, es eso que esta más allá de la forma, y que la crea, o sea su Significado. En relación a esto podemos decir que no hay una sola mediación en la experiencia estética: el último eslabón de una larga cadena de mediaciones es el espectador, quien con sus esquemas simbólicos interpreta esa obra. Por lo tanto, la experiencia estética debe ser entendida como una secuencia de mediaciones con intención comunicativa en las que predomina el sentido sobre el significado.

El Guernica
Para contemplar el Guernica en su plenitud es fundamental conocer bien el marco histórico y cultural en el que se inserta: retrata la alegoría de lo ocurrido en el bombardeo de Guernica y también lo que aun iba a venir de la Segunda Guerra Mundial.
En primer lugar, el arte se considera como un artefacto social, un medio psicológico o un recurso que tienen los seres humanos para crear un equilibrio con el entorno en puntos críticos. Señala Vygotsky que el arte es la técnica social de la emoción, una herramienta de la sociedad que lleva a los aspectos mas íntimos y personales del ser al circulo de la vida social. El arte es un “sentimiento social” expandido o una técnica de los sentimientos: de entrada, una emoción es individual, pero solo mediante una obra de arte se “convierte” realmente en social. La obra de arte puede ser así definida como un “sistema de estímulos organizados de tal forma que provoquen una reacción estética”.
Picasso, con el Guernica, revela una forma de expresión socializada de la subjetividad individual, de la que no sale intacta la propia subjetividad del artista, cuyos contenidos serán transformados por obra de la “fantasía”. Como artista, es la subjetividad creadora que realiza la obra de arte; es esa subjetividad creadora que es capaz de crear arte desde si mismo. Citando a Hegel, podemos decir que “el arte es una forma particular bajo la cual el espíritu se manifiesta”, desde una experiencia personal con la realidad que a través de la creación llega a la obra de arte en expresión universal-social.
A modo de resumen, la realidad es el marco en donde se produce la existencia del hombre; invariablemente, el Guernica de Picasso, es la demostración de que el artista se nutre de esa realidad para acumular una serie de experiencias que lo conduzcan posteriormente a su creación. El Guernica se expresa como el resultado de una ejecución artística para alcanzar un grado de comprensión más alto de la realidad.

Conclusión
Esta obra representa un acercamiento a lo que significa una guerra, en este caso el bombardeo de Guernica. Los colores del cuadro aumentan el dramatismo. El Guernica tiene una presencia tan fuerte en nuestros imaginarios que desplaza sin dificultad otro tipo de documentos más objetivos, (tales como las fotografías de los aviones soltando bombas).
Se puede ver la función mediadora de la imagen partiendo de la idea de Vygotsky del “signo como poseedor del significado”, la importancia primordial de la cultura visual es mediar en el proceso de cómo miramos y cómo nos miramos y contribuir a la producción de mundos. Nuestra vida esta mediatizada por la cultura visual que nos rodea, influye en nuestro modo de entender el mundo. No se trata, entonces, de reflejar las cosas tal cual son, sino de hacerlo de una manera que nos haga sentir las experiencias primarias universales. Así, aunque la realidad no esté plasmada tal cual en el Guernica de Picasso, al contemplarlo, todo el mundo siente el horror y la dureza de la guerra en esa construcción deformadora y a la vez real del mundo en un estado semejante. Es un cuadro que busca producir un efecto sobre muchas personas, y lo consigue, ya que es una obra ante la cual el sujeto no se queda indiferente.
En conclusión, la emoción, cuando cada uno de nosotros experimenta una obra de arte, se torna personal sin dejar de ser social.