El proceso de transformación de "Arthur" en "Joker". Un análisis del papel de los otros y las instituciones en la producción de subjetividad


Trabajo elaborado por los estudiantes Gretel Leonhart, Lucas Pereira y Alejandro Aguilera para la asignatura "Teorías Psicológicas de los Grupos y las Instituciones".
Licenciatura en Educación Física.
Universidad Nacional de Luján.
Año 2020







El papel en la vida del protagonista de sus grupos primarios: Los grupos primarios son aquellos en los que se da una relación íntima, cara a cara, es decir directa entre los miembros. Los lazos que se establecen son personales, cargados de emoción. El objetivo lo constituye el grupo mismo. Si bien y de hecho desarrollan una actividad, la misma no es el objetivo de la existencia del grupo, sino un medio para estar juntos. Ejemplo: la familia
El único lazo cargado de emociones es con la madre, es la única familiar directa que tiene el protagonista. El Guasón cuida a la madre de todas las maneras pese a los problemas psicológicos de ambos. El papel de ella en la vida del protagonista es muy traumática y determinante. La mujer tenía problemas psicológicos delirantes, no solo hizo creer al joker que su padre era el multimillonario candidato a intendente, además, durante su niñez permitió el abuso sexual de él por parte de su pareja. El Joker cuidaba de su madre, le daba de comer, higienizaba mientras todos los días la escuchaba hablar sobre la ayuda económica del supuesto falso padre les daría al enterarse de la pobreza que padecen. Al caer la madre internada luego de un derrame cerebral, el Joker descubre que fue adoptado, opta fríamente por asesinarla en el hospital.

Sigmund Freud, en Psicología de las Masas y Análisis del Yo, afirma que “la psicología individual es simultáneamente psicología social en tanto el “otro” siempre cuenta, como ­­­­modelo, objeto, auxiliar o enemigo”. El Joker es un sujeto solitario, triste, raro, enfermo, en tratamiento psiquiátrico, esquizofrénico, delirante que arrastra traumas de la niñez. A través de la risa y en sus intentos por hacer reír a los demás (como payaso o en su unipersonal) busca ocultar su sufrimiento y la aceptación de los “otros” para paliar su soledad. No tiene ningún amigo ni vínculo cercano con quien apoyarse, en fragmentos de la película intenta dialogar sobre su soledad y la invisibilidad que percibe de la sociedad con su asistente terapéutica hasta con el empleado al cual le roba un informe médico de su madre. Freud dice desde el nacimiento las personas necesitan:  “Un “otro” que a la par que le brinda aquello que responde a sus necesidades básicas para sobrevivir, establece una “interacción” con él. Interacción establecida con este otro que en tanto representante de una cultura, de un mundo de significaciones, posibilita el proceso de hominización, de despliegue de las potencialidades en tanto sujeto humano” El Joker no tuvo ese otro significante por los problemas mentales de la madre, su único perteneciente a un grupo primario. Era tanta la soledad que sentía el guasón que buscaba la contención en otros, llegó a imaginarse el cariño de su vecina y acompañamiento de ella en tramos de la película.

Luego de presentar su show en el club de comedia, el video del mismo llega a la televisión para ser motivo de burla en el show de Murray, toma popularidad y el Joker es invitado al mismo. En su rutina termina asesinando a Murray el protagonista del show luego confesar el asesinato, relatando lo que él junto a otros padece y el showman televisivo no solo lo ignoraba sino que lo hacía responsable del vandalismo en las calles. La muerte del conductor televisivo junto a las tres agresores del Joker en el tren, fue el medio por el cual captó de manera involuntaria la aceptación de los “otros”. En el final de la película se siente feliz, aceptado bailando alegremente encima de un patrullero festejado por el resto de las personas que salieron a protestar.

El surgimiento del “liderazgo” ¿Cuáles son las características de los rasgos personales de un líder?. “Cuando se aborda la temática acerca del líder suele circular una representación en la que se asocia dicha función con la imagen de una persona con características únicas y casi excepcionales: con capacidades atípicas tanto en relación a situaciones de organización como de ejecución; poderosa en múltiples sentidos; con inteligencia inigualable; autonomía única; caracteres de personalidad que conducen a una potencia particular en todo aquello que encara o resuelve y una influencia especial sobre los miembros del grupo. Se le suele atribuir la responsabilidad de todo el suceder grupal, entonces, ¿Cual sería la caracterización “situacional” del líder? Esta postura, implica a su vez una perspectiva que plantea la “fusión” en el liderazgo de una variedad de roles requeridos en el grupo; de tal manera que el líder sería aquel que realiza la mayor cantidad de funciones requeridas. Se trata, la mencionada, de una visión “romántica” acerca del liderazgo. La caracterización del líder como alguien “omnipotente”, estaría manifestando la reactualización de una situación infantil de indefensión, de dependencia respecto de una figura omnipoderosa, capaz de proveer todo lo necesario para sobrevivir: “el padre de la infancia”. Figura a la que se atribuyen caracteres que a posteriori se identifican como manifestación de aquel don concedido en abundancia por la “naturaleza” o por obra de “Dios”: el “carisma”.”(Pág. 187, Faimblum, “La interacción humana”). Por lo tanto, en base a las anteriores descripciones de características de rasgos personales y situacionales, ¿Cómo surge la figura de líder? “Entendemos el liderazgo en términos de “función grupal”, desde un enfoque “situacional”, sin dejar de lado la consideración de las “características personales”; eliminando el enfoque unipersonal y enfocándolo en términos de “responsabilidad grupal compartida” Según el momento grupal (la situación) requerirá la intervención de una conducta (rol de liderazgo), que se desarrollará “en función” de la misma y reclamará de habilidades y capacidades acordes, que según la situación serán distintas y por lo tanto diferentes los integrantes que asumirán dicho rol, en razón de sus características personales”.(Página 188, Faimblum “La interacción humana”).

¿Cómo comprender el liderazgo desde la función grupal? “El liderazgo como “función grupal” se despliega en dos líneas de sentidos que lejos de contraponerse se complementan. Tal como ha sido desarrollado, el mismo surge en “función de la situación grupal” y por ello es funcional respecto al progreso grupal en su aspecto instrumental y/o socio-emocional. Asimismo es una “función grupal” en tanto entendido como “responsabilidad compartida” al ser asumido según los requerimientos situacionales alternativamente por distinto integrantes. Dado lo enunciado, el liderazgo es enfocado como un fenómeno que hace a la diferenciación de roles y su pertinencia. La precedente afirmación nos conduce a la conceptualización acerca de “rol”: siendo la conducta o función que ejecuta un individuo. De tal modo que aquel que capta la necesidad del grupo en una situación particular y lleva a cabo una conducta (rol) mediante la cual apunta a resolverla, está asumiendo la función de liderazgo. En consecuencia afirmamos que dicha función hace a un fenómeno concomitante a la diferenciación de roles y su pertinencia; alternando esta función entre los miembros del grupo y no constituyendo el patrimonio exclusivo de la responsabilidad de una persona en particular por su “excepcional capacidad” o “por su carisma”. ¿Cuál sería la función grupal de liderazgo? “Por otro lado en tanto “función grupal” el liderazgo es un “emergente” del suceder en la dinámica del mismo. Emergente en tanto determinado por factores grupales que se articulan con las características personales del sujeto en cuestión y así surge el rol. No se trata de un fenómeno individual. Estar atento a los roles que se juegan en un grupo permite inferir y entender qué sucede en el grupo. Los mismos han de ser interpretados desde los contenidos y funciones grupales y no desde lo individual. Enfoque este último que deposita todo la responsabilidad del suceder grupal en el líder; concebido de manera unipersonal, evitándose identificar los fenómenos grupales. Se hace necesario recordar que un grupo no es una suma de individualidades, sino por el contrario tal como lo caracteriza Kurt Lewin (a la par de otros teóricos) es una totalidad, una estructura.” (pág. 195 Faimblum, “La interacción humana”).

¿Qué tipos de líderes podemos diferenciar? “Entendemos el liderazgo como una “función grupal” y como tal un fenómeno o rol universal que compete a todo el grupo. Se diferencian líderes: a) Naturales o espontáneos: reconocidos por los miembros del grupo; b) Formales o impuestos. Según colaboren en el desarrollo de sus conductas a la resolución de los objetivos del grupo o al aspecto socio-afectivo respectivamente se trata de: a) líder de tarea o instrumental y b) líder expresivo. Ejemplo de este último tipo sería aquel cuya conducta responde a una necesidad emocional subyacente, cuál sería por ejemplo el incremento de la ansiedad paranoide grupal frente a una figura ante la cual sienten la necesidad de huida o ataque. Probablemente sea reconocido como líder aquel integrante que desarrollaría un rol tal, que les permita moverse en torno a lo necesitado (fuga o ataque)”.  En base a estos conceptos teóricos, podemos hacer la hipótesis de que Arthur se convierte en un líder, espontáneo e informal y expresivo, ya que este es aquel que es reconocido por los miembros del grupo como alguien que colabora especialmente a resolver la situación que enfrenta el grupo, a lograr los objetivos que se han propuesto o a apuntalar el nivel emocional en juego. Evidentemente dicho reconocimiento no se debe a los “rasgos” personales sino que es en función a una situación grupal. El surgimiento como líder espontáneo y expresivo  se puede ver representado en la escena donde debido a la inesperada popularidad en la televisión de los clips de su rutina de comedia en el club nocturno, Arthur es invitado a aparecer en el exitoso programa de televisión (suceso que le permite cubrir su necesidad de ser reconocido y escuchado), y mientras se prepara para salir al aire, solicita al anfitrión Murray que lo presente como “Joker” (esa era la forma en que el conductor de televisión lo llamaba para burlarse públicamente). Durante el programa, Arthur comienza a contar chistes inadecuados, y de manera espontánea confiesa los asesinatos del tren y se queja de cómo la sociedad abandona a los oprimidos y los enfermos mentales, matando al presentador Murray cuando el programa está en el aire. El expresa sus emociones (enojo, Ira y frustración, impotencia) de esta forma, asesinando al presentador  y  rápidamente Arthur es arrestado, pero mientras es transportado en un patrullero por las calles de la ciudad repletas de multitudes que protestan, cubiertas con máscaras de payaso (que representarían al bufón o payaso justiciero de la tv ), el patrullero choca con una ambulancia, lo que permite que Arthur se libere, en medio de los aplausos de la multitud que se ve representada en este personaje. De alguna forma estos eventos, lo colocan como líder de grupos oprimidos de la sociedad.

El proceso de transformación de “Arthur” en “Joker” utilizando conceptos provenientes de la teoría de Enrique Pichón Riviêre: Los cuatro roles básicos según Pichón Riviêre son: Portavoz, Chivo Emisario, Saboteador y Líder. El portavoz, en el grupo es emergente de su verticalidad (su forma de ser, su historia personal); también es portavoz de lo horizontal en el grupo (de lo general, de lo común a todos). El portavoz es producto de una intersección de lo individual con lo grupal. Es decir, es el miembro que denuncia el acontecimiento grupal, las fantasías que lo mueven, las ansiedades y necesidades de la totalidad del grupo, es la persona que habla por todos.
Pichón Riviêre dice que se suele pensar que quien está jugando el papel de portavoz o chivo emisario en una familia, diciendo o haciendo lo que el grupo desearía, es el eslabón más débil de la cadena, por ser el que habitualmente se enferma pero en verdad, este sujeto es el más fuerte ya que fue todo lo fuerte que pudo, asumiendo todas las depositaciones descalificantes y la ansiedad hasta que no puede más y termina enfermando. El chivo emisario, es quien asume los aspectos negativos, descalificatorios, persecutorios del grupo. Muchas veces, el chivo emisario antes de serlo ha desempeñado el rol de portavoz. Como resultado de la resistencia al cambio, cuando el portavoz denuncia lo que el grupo no puede elaborar manifiestan mecanismos de segregación que lo transforman en chivo emisario. El líder, los miembros del grupo depositan en él solamente aspectos positivos, (de tarea, de cooperación). El saboteador, es aquel que está ante un cambio (resistencia al cambio). Es quien perturba el proceso de aprendizaje del grupo, impidiendo que éste se centre en la tarea.

El papel de la articulación entre “horizontalidad” y “verticalidad” para explicar el surgimiento de los roles: Primero, La verticalidad no es otra cosa que la historia cronológica propia de cada sujeto, con los eventos ocurridos en su vida y la significación dada a estos eventos, la explicación que el sujeto da, su historia de vínculos que lleva consigo a cada situación de su vida y que constituyen sus características personales y su peculiar forma de vincularse. La horizontalidad, es lo situacional, lo que está sucediendo en la particular constitución vincular en un grupo en un momento dado, determinado por sus miembros, sus relaciones y su contexto histórico. Es la articulación entre horizontalidad y verticalidad en donde se constituye, surge el rol. Esto supone admitir que toda conducta es producto de esa doble confluencia. De modo que si desde su verticalidad el sujeto tiende a ocupar determinado rol, es la horizontalidad la que va a posibilitar, prohibir o transformar ese rol.  Por ejemplo, un sujeto que por su historia tiende a posicionarse en el rol de líder; será el contexto grupal el que se asociará con esa tendencia para permitírselo, o se confabulará para impedírselo, o bien transigirá para el desempeño de un liderazgo recortado. Esta doble condición es la que tiene lugar cuando decimos que los roles se asumen y se adjudican: el que lo va a juzgar, por su verticalidad, lo asume; los demás, en la horizontalidad grupal, lo adjudican.

El portavoz (Arthur) denuncia lo que está ocurriendo a nivel grupal pero lo hace como si estuviera hablando de su problemática personal, por ejemplo en la escena que está siendo entrevistado por Murray Franklin (1:41:50 de la película), Arthur dice: “¿Has visto lo que se siente ahí afuera, Murray? ¿Alguna vez sales del estudio? Todos maldicen, ya nadie es civilizado, nadie piensa lo que es ser el otro tipo, ¿Crees que alguna vez han pensado lo que es ser alguien como yo? ¿El ser alguien más que ellos mismos? No lo hacen. Piensan que nos quedaremos sentados y lo aceptaremos como buenos niñitos”. Arthur se convierte en portavoz porque su historia personal (verticalidad), se cruza con el acontecer grupal (horizontalidad), entendiendo acontecer grupal como el momento particular que se está tanto en el grupo determinado, por su historia y su presente. Al actuar su rol el portavoz, Arthur se hace cargo de algo del grupo, algo que el grupo calla. Por lo tanto, aquello que el portavoz revela puede ser aceptado o rechazado por el grupo. En este caso es aceptado por un grupo de la sociedad que luego comenzará las protestas, disturbios. Y no es aceptado por otro grupo de la sociedad, en este caso por Murray Franklin ya que rechaza lo que dice Arthur, diciendo “¿Ya terminaste?  Parece que estás poniendo excusas por matar a esos jóvenes. No me conoces. Mira lo que pasó por lo que tú hiciste, a lo que te condujo. No, creo que ya tenemos suficiente de tus bromitas”. El contenido depositado no es aceptado por Murray y él se corre de ese lugar, reintegrando los contenidos depositados. Murray No está en condiciones de hacerse cargo de lo depositado, ya que estos contenidos generan mucha ansiedad. Esto genera más resistencia. De esta forma Arthur, se convierte en el causante de los males del grupo; pasando al rol de Chivo Emisario, asumiendo los aspectos negativos, descalificatorios, persecutorios del grupo, apareciendo mecanismos de segregación frente a dicho integrante. Estos mecanismos de segregación, es decir, ese trato de inferioridad se ve reflejado cuando Arthur dice “Si fuera yo muriendo en la acera me pasarían por encima. Los paso todos los días y ni se fijan en mi”.
Por último se puede ver reflejado a Arthur desempeñándose en el rol de Líder en la parte (1:50 minutos de la película) donde Arthur es llamado por los individuos como Guasón, él se ubica arriba de un taxi y comienza a bailar. Arthur es aplaudido por un grupo de la sociedad, estos miembros depositan en él solamente aspectos positivos.

Dimensiones institucionales en el proceso de transformación: La diferencia entre “ganadores” y “perdedores” y cómo, el individualismo como valor supremo de la ideología de mercado, puede generar efectos en los sujetos. 


Utilizando conceptos provenientes de las ideas de Byung-Chul Han a partir de la visión o lectura de la escena. podemos observar en dicha escena cómo el protagonista, Arthur, desempleado (acababa de ser expulsado y excluido del sistema capitalista) no dispone de dinero para mantenerse a él ni a su madre, se ve reducidas sus posibilidades de movilidad dentro de la sociedad. Esto genera crisis, depresión, trastornos; esto nos recuerda las frases de Han: “Enfermedades como la depresión y el síndrome de burnout son la expresión de una crisis profunda de la libertad. Son un signo patológico de que hoy la libertad se convierte, por diferentes vías, en coacción” y, “En el régimen neoliberal de la autoexplotación uno dirige la agresión hacia sí mismo. Esta autoagresividad no convierte al explotado en revolucionario, sino en depresivo” tal como le sucedió a Arthur. Por otro lado, se puede observar en la escena como se ve reflejada la técnica de poder propia del neoliberalismo, que adquiere una forma sutil, flexible, inteligente, y escapa a toda visibilidad. En la conversación Thomas Wayne manifiesta que está muy dolido, angustiado por la situación, es un momento difícil para él ya que tres de sus empleados fueron asesinados, él comenta que los consideraba “de la familia” (sin conocerlos). Nos detenemos aquí, para destacar lo siguiente en dicha escena, Wayne como mencionamos anteriormente expresa que todo trabajador es parte de su familia, la mamá de Arthur, quien trabajó con el señor Wayne estaba escuchando la entrevista, a lo que muy contenta le dice a Arthur: “Te lo dije,  somos familia”.  El sujeto sometido, (en este caso, la madre) no es siquiera consciente de su sometimiento. El entramado de dominación le ha quedado totalmente oculto. Esta técnica de poder cuida de que los hombres, y mujeres se sometan por sí mismos al entramado de dominación; su particular eficiencia se debe a que no actúa a través de la prohibición y la sustracción sino de complacer y colmar. Intenta hacerlos dependientes. Además, utiliza a su beneficio la tragedia ajena, esto ocurre cuando Wayne expresa que es una pena lo sucedido y no quiere que vuelva a suceder una tragedia así, por eso se postula para candidato a alcalde. Es decir, buscó una manera de lograr empatizar con la sociedad para que esa postulación sea vista de otra forma. Este poder amable es más poderoso que el poder represivo. Escapa a toda visibilidad. El poder inteligente, de apariencia libre y amable, que estimula y seduce, es más efectivo que el poder que clasifica, amenaza y prescribe. Luego, Wayne es su último diálogo dice: “Y hasta que toda esa clase de gente cambie para mejor…” nos recuerda la siguiente frase de Byung-Chul Han: “En esto consiste la especial inteligencia del régimen neoliberal. No deja que surja resistencia alguna contra el sistema.” Wayne en la conversación está tratando de frenar dicha resistencia. En conclusión, Wayne se encarga de hacer pública dicha situación para seguir imponiendo invisiblemente la ideología del mercado, generando efectos de culpabilidad a los excluidos y no el sistema en sí.

La retirada del Estado, con el consiguiente descuido del bienestar de las mayorías, dejando en este caso al individuo solo y sin apoyos.

Esta escena la asociamos con lo que afirma Lewkowicz “Si dos homo sapiens no pueden humanizarse mediante una tercera instancia trascendente que los disponga como semejantes, no tienen modo de instituirse como semejantes. En condiciones de Estado, cualquier cuerpo humano es el de un semejante -un cuerpo representa un sujeto para otro cuerpo-. Pero en condiciones de mercado no es un semejante, es mucho más y mucho menos que eso. En principio, es un cuerpo; tan sólo un cuerpo. Con arte y maña, luego, es un otro, solamente un otro. Sin instancia que nos presente mutuamente como semejantes, el otro es otro que yo, o mejor, nada que ver conmigo”.
Para la asistente, el Joker pasó a ser automáticamente otro donde ya no los une ningún vínculo, ni siquiera  profesional, menos aún un vínculo humanitario, nada tienen que ver entre sí. Pasó a ser invisible, tanto asi que no lo orientó donde podía reclamar su medicación ante la consulta de Arthur. La ausencia del estado en la des financiación del programa psiquiátrico sigue la lógica del mercado, buscando sin importar las consecuencias que produce en la sociedad achicar el gasto público, gente con problemas psiquiátricos que no se adaptan a las condiciones mínimas que exige el mercado laboral quedan excluidos aún más del sistema. En términos estadísticos del mercado, son justamente un enorme gasto que no producen ni generan ganancias económicas.  El estado en este caso, dejó de ser un articulador de la totalidad social. Ya no es la institución de instituciones, persigue una mirada, sesgada por la ideología con lógica de mercado. Aumentando el abandono a las clases desfavorecidas, la miseria, desempleo aumentando la cantidad de marginalidad.

Bibliografía de referencia

Faimblum, A. (2017) "La Interacción Humana" en Introducción a las Teorías PsicológicasEdit. EDUNLU.
Lewkowicz, I. (2004) “Instituciones perplejas”, en Pensar sin Estado. La subjetividad en la era de la fluidez, Edit. Paidós
Chul Han, B. (2014), Psicopolítica. Edit. Herder